Yahoshúa en el Talmud
Menciones de Yahoshúa en el Talmud
En círculos judíos tradicionales he escuchado varias veces decir que “Yeshúa nunca existió”, que “su figura histórica es un invento de los cristianos”. Sin embargo, en el Talmud, monumental obra de erudición judía, se menciona a Yahoshúa y a sus discípulos originales varias veces.
Obviamente, debido al odio de los Rabinos hacia esta figura histórica, muy raras veces se menciona su nombre en las páginas del Talmud, y cuando se hace se le llama Yéshu, aunque en la obra Toldot Yéshu se dice que su nombre original fue Yahoshúa y que luego se le cambió a Yeshúa. Generalmente se le aplican al Nazareno epítetos peyorativos como “el mamzer” (el bastardo), y otros, y sobrenombres como “Balaam”, y otros. En esto el Talmud viola su propia regla sobre el lashón hará(calumnia) porque casi todos los datos negativos específicos que ofrece sobre el Nazareno y sus discípulos son calumnias.
En este artículo presentaremos algunas citas del Talmud seguidas de nuestros comentarios. De paso aprenderemos algunos datos interesantes sobre el judaísmo y la mentalidad hebrea.
Nacimiento y parentesco de Yahoshúa
(1) b. Shabbath 104b. (El pasaje en [ ] ocurre también en b. Sanedrín 67ª.) “El que hace cortes en su carne”. Es tradición que Rabí Eliécer dijo a los Sabios: ‘¿No trajo Ben Stadá hechizos de Egipto en un corte que había en su carne?’ Ellos le dijeron: ‘Él fue un necio y no se trae una prueba de un necio’. [Ben Stadá es Ben Pandera. Rav Jisdá dijo: ‘El esposo era Stadá, el amante era Pandera’. El esposo era Papos ben Yehudah, la madre era Stadá. La madre era Miryam la arregladora de cabello de las mujeres, como decimos en Pumbedita: ‘La tal ha sido infiel a su esposo”.]
Comentario:
En el pasaje talmúdico anterior se menciona a Yahoshúa de paso pues el tema del momento era sobre las prohibiciones mishnaicas sobre escribir en Shabat, y se menciona como una de ellas el escribir en la carne propia. Su argumento fue que si Ben Stadá (Yahoshúa) hizo eso, la práctica puede ser permitida. La respuesta fue que Ben Stadá fue un necio y por lo tanto su caso no prueba nada.
En su discusión, los Rabinos entran en contradicciones internas sobre Ben Stadá, pero no hay duda alguna de que el personaje llamado en la Mishnah Ben Stadá y Ben Pandera es el Yahoshúa histórico de los Escritos Nazarenos (mal llamados “Nuevo Testamento”), el fundador de la llamada “secta de los nazarenos” (Hechos 24:5). El pasaje en consideración data de alrededor del siglo 4 de la Era Común, y es un informe de lo que se comentaba en Babilonia, no en Palestina. Pumbedita era un pueblo babilonio donde había una famosa Academia Rabínica.
Miryam la madre de Yahoshúa
(2) b. Hag. 4b. – Cuando Rav Yosef llegó a este verso (Éxodo 23:17), lloró. Hay quien es destruido sin justicia (Proverbios 13:23). Dijo él: Hay alguien que haya partido antes de su tiempo? Nadie sino éste [dicho] de Rav Bibi bar Abaji. El Ángel de la Muerte estaba con él. El Ángel le dijo a su mensajero: ‘Ve, tráeme a Miryam la arregladora de cabello de mujeres. Él le trajo a Miryam la maestra de niños. Él [el ángel] dijo: ‘Te dije Miryam la arregladora de cabello de mujeres’. Él dijo: Si es así regresaré a ésta’. Él dijo: ‘Ya que has traído a ésta, que esté en el número [de los muertos]’.
(A) Tosafot. – “El ángel de la Muerte estaba con él: él relató lo que ya había sucedido, por esto acerca de Miryam la arregladora de cabello de mujeres había sucedido en [el tiempo de] el segundo templo, porque ella era la madre de cierta persona, como se dice en Shabath. P. 104”.
Comentario:
Rabí Bibi bar Abají y Rav Yosef vivieron a finales del siglo 3 y comienzos del siglo 4 de la Era Común. De modo que ese relato refleja un monstruoso anacronismo, ya que este pasaje talmúdico data de varios siglos después del tiempo de Yahoshúa. Difícilmente los compiladores de la Guemarah habrían creído que Miryam la arregladora de cabello de mujeres habría vivido en tiempos de Rabi Yosef y Rav Bibi, porque el pasaje anterior muestra que ellos creían que esta Miryam era la madre de Yahoshúa. Este anacronismo lo hicieron notar los autores de las Tosafot (comentadores medievales del Talmud).
Yahoshúa alegado ser un mamzer (bastardo)
(3) M. Yebamot 4, 13 [b. Guemarah, Yeb. 49b), las mismas palabras; j. Guemarah no menciona el pasaje.] Rabí Shimón ben Azai dijo: ‘Yo he encontrado un rollo de genealogías en Jerusalem, y allí está escrito: Cierta persona spurius est ex adultera [natus]; para confirmar las palabras de Rabí Yehoshúa’.
Comentario:
Rabí Yehoshúa fue en su juventud un cantor en el templo, y su maestro, Rabí Yojanán ben Zakay, tenía suficiente edad para haber conocido al Nazareno, Los rabinos que se mencionan aquí estuvieron entre los principales rabinos de su tiempo y debieron de haber estado preocupados por el surgimiento del movimiento nazareno y del posterior desarrollo del cristianismo. Así que esta mención en latín sobre “cierta persona es espuria [ilegítima] de nacimiento adulterino”, es obviamente evidencia de que los judíos de su época reconocían la existencia histórica de Yahoshúa el Nazareno, aun cuando calumnian sobre su nacimiento.
La ascendencia de la madre de Yahoshúa
(4) b. Sanedrín 100ª. – Rabí Yojanán dijo [concerniente a Balaam], ‘Al principio un profeta, al final un engañador’. Rav Papa dijo: ‘Esto es lo que dicen: Ella fue la descendiente de príncipes y gobernantes, ella jugó a la ramera con carpinteros’.
Comentario:
El contexto indica que se está haciendo referencia ahí a Miryam la madre de Yahoshúa. Esa nota rabínica en el Talmud es un claro indicio de que es correcta la genealogía de Luqas, que se remonta desde Miriam hasta Adam pasando por David. Es claro que si las calumnias rabínicas decían que el esposo de Miryam no fue el padre de Yahoshúa sino otro hombre, entonces la reconocida ascendencia davídica del Nazareno tiene que haberle venido por su madre Miryam.
Yahoshúa y su maestro
(5) b. Sanhedrín107b – Nuestro Rabinos enseñan: Que siempre la mano izquierda repele y la derecha invite, no como Elishá que repelió a Guehazi con ambas manos, y no como Rabí Yehoshúa ben Perajyah, que repelió a Yeshu (el nazareno) con ambas manos. … Él [Rabí Yehoshúa] dijo: ‘¡Qué hermosa es esta Acsania!’ (El Nazareno) le dijo: ‘Rabí, ella tiene ojos estrechos’. … Él [Rabí Yehoshúa] envió cuatrocientas trompetas y lo excomulgó. Él [es decir, el Nazareno] vino donde él muchas veces y le decía: ‘Recíbeme’. Pero él no lo notaba. Un día vino [R. Yeho.] ante él [ante el Nazareno], y le hizo una señal. Él [el Nazareno] pensó que lo estaba repeliendo. Fue y colgó una loza y la adoró. Él [Rav Yeho.] le dijo: ‘Retorna’. Él respondió: ‘Así he recibido yo de ti, que cualquiera que peque y cause que la multitud peque, no le dan la oportunidad de arrepentirse’. Y un maestro ha dicho: ‘Yeshúa el Nazareno practicó la magia y extravió y engañó a Israel’.
Comentario:
Aunque ahí hay un anacronismo en cuanto al encuentro del Nazareno con Rabí Yehoshúa, pues éste vivió mucho antes que el Nazareno, es claramente un reconocimiento de que el Nazareno estuvo viviendo en Egipto por un tiempo para escapar de la ira de un rey (Mat. 2:13-). Rav Yehoshúa estuvo también en Egipto pero en otra época. Los detalles del relato concuerdan con la calumnia diseminada de que el Nazareno había apostatado del judaísmo y había fundado una religión falsa. Por lo tanto, aparte de las calumnias manifiestas contra Yahoshúa, el Talmud ciertamente da fe de la existencia histórica del Nazareno, nuestro Rebe y Mashíaj ben Yosef.
Yahoshúa, un mago
Talmud, Shabat 11, 15 – ‘El que corta marcas en su carne’. R. Eliezer condena, lo sabios permiten. Él les dijo: ‘¿Y no aprendió Ben Stada solamente este camino?’ Ellos le dijeron: ¿Por causa de un necio vamos a destruir a toda la gente de discernimiento?’
Comentario: Ese breve pasaje del Talmud, repetido en otros lugares, identifica el carácter de Yahoshúa como “un mago”. Es claro por este y otros pasajes talmúdicos que el nombre Ben Stada se refiere a Yahoshúa. La acusación de que fuera un mago confirma la información de la Besorah de que Yahoshúa hizo muchos milagros, atribuidos por sus enemigos a la magia.
De modo que pasajes como éste son testimonios de dos cosas: 1) de que Yahoshúa ciertamente existió como personaje histórico, y 2) de que realizó obras extraordinarias y milagrosas.
Yahoshúa “quema su comida”
b. Sanhedrín 103ª . – Porque Rab Jisda dijo que Rab Jeremiah bar Abba dijo: ‘¿Qué es aquello que está escrito: Ningún mal te acontecerá, ni plaga alguna se acercará a tu morada [Sal. 41:10]’?… Otra explicación: Ningún mal te acontecerá [significa] ‘que sueños malos y pensamientos malos no te pueden tentar’, y ni plaga alguna se acercará a tu morada [significa] ‘que no puedes tener un hijo o un discípulo que queme su comida en público como Yeshu el Nazareno’.
Comentario: El punto más importante en este pasaje talmúdico es la frase ‘que queme su comidaen público como Yeshu el Nazareno’. Este breve pasaje nos enseña dos cosas importantes: 1) que Yahoshúa existió realmente, cosa que niegan ahora muchos judíos, y 2) el significado del hebraísmo “quemar su comida”.
Si, como dicen muchos judíos hoy día, Yahoshúa nunca existió realmente, entonces el Talmud se equivoca. Como el Talmud es considerado infalible por los judíos ortodoxos, entonces tienen que concluir que Yahoshúa el Nazarenos ciertamente existió, pues su propio Talmud lo menciona y da testimonio no sólo de su existencia son también de su obra, aun cuando presente su obra en forma calumniosa.
Ahora, sobre la frase “quemar su comida”, ¿qué significa esa frase y qué hizo Yahoshúa que se pueda describir de esa manera? Un estudio de las veces que aparece esa frase en escritos talmúdicos demuestra que su significado es “traer deshonra sobre uno mismo” o “hacer caer su nombre en desgracia” o “crearse mala reputación”. En este caso la idea es que el Nazareno, por sus obras y enseñanzas, se hizo sospechoso de herejía a los ojos de los fariseos de su tiempo.
De modo que la próxima vez que usted oiga a un judío decir que Yahoshúa nunca existió y que es un personaje creado por la iglesia cristiana, podrá usted decirle que eso muestra su ignorancia de su propio Talmud, pues el Talmud habla de Yahoshúa, lo menciona por nombre, y menciona sus obras milagrosas, aun cuando las tacha calumniosamente de magia. De modo que la Besorah (el “evangelio”) no se equivoca al relatar los hechos de Yahoshúa el Nazareno, nuestro Rav y Mashíaj, y nos brinda el testimonio más fehaciente que podemos tener de nuestro Redentor.
En este estudio hemos tocado muy brevemente el tema. A los que quieran leer una presentación exhaustiva del mismo les recomiendo el libro Christianity in Talmud and Midrash, por R. Travers Herford, de la Editorial Ketav Publishing House, Inc., New York
–Yosef